Sisley, Musée Angladon

Arte que inspira… arte que cuenta historias…

No es fácil… a veces las figuras se desvanecen

Las luces impresionistas muy bien integradas con las composiciones en sombra están creadas con los propios colores, entonados de un modo coherente y potente. Pero las sombras impresionistas también son colores, luces. El negro desaparece, el blanco gana la partida en ese siglo XIX en que los pintores de la luz escogen anular el negro barroco. ¿Por qué esta elección? La belleza para esos pintores surgía de las sombras, de lo que no se ve a simple vista, de lo escondido, de lo superficial que a veces parece la realidad, escondiendo lo que de verdad importa. Por eso, esos paisajes impresionistas, en concreto las nieves y los blancos de Sisley, se componen de figuras desvanecidas en las sombras que recuerdan la melancolía, la angustía, los fríos y los inviernos de la propia alma humana.

Fontana, Pompidou

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Rasga con convicción

¿Y si en vez de un pincel utilizáramos un cuchillo? El espacio del lienzo se vería afectado, creando incluso una nueva dimensión pictórica, por no decir ya escultórica.

Es lo que hacía el italiano-argentino Lucio Fontana: Agujerear, rajar y deteriorar lienzos. Fontana buscaba una nueva definición espacial para el medio pictórico y parece ser que la encontró con la abolición del espacio ilusorio y su sustitución por el espacio real. Una pintura que «existe», por así decirlo. A todo esto lo llamó Espacialismo. Y su idea de ver el arte lo expresó en el Manifiesto Blanco (1946), en el cual dice que «la materia, el color y el sonido en movimiento son los fenómenos cuyo desarrollo simultáneo integra el nuevo arte».

No sería hasta los años 50 cuando este nuevo arte se hizo mundialmente famoso. La época de la dolce vita trajo su popular serie de los tajos, consistente en agujeros o tajos sobre la tela de sus cuadros.

Son lienzos monocromáticos, castigados a base de buchi y tagli (agujeros y cortes), que nos hablan, entre otras cosas, de lo que es el espacio real, del material para su uso conceptual, del objeto, del gesto individual, de violencia.

Se requiere un cambio en la esencia y en la forma. Se requiere la superación de la pintura, de la escultura, de la poesía, de la música. Se necesita un arte mayor acorde con las exigencias del espíritu nuevo. Tales intenciones son las que se buscaban durante la época de la 2a Guerra Mundial. El ser humano, como siempre, se sentía perdido, superado por las desgracias. Sin embargo, se buscaron nuevos caminos estéticos para recordar lo bello que hay en la propia cruel realidad. Por eso el arte nos recuerda una y otra vez la actualidad de la esencia como hombres que sienten, sufren pero siguen esperando.

En los lienzos rasgados de Fontana se intuye una sensualidad de texturas ingenuas al igual que expresivas; se dirigen directamente a las emociones; fondos rosas, blancos, rojos, en bases de pigmentos cerámicos, que son desgarrados, igual que la historia del hombre, pero con una base serena, esquemática, transmitiendo un sentimiento de esperanza, como ese volver a la infancia y renacer.

 

 

 

Bernini, Galleria Borghese

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La lucha por la pureza

La mitología grecolatina ha supuesto un tema recurrente para todas las manifestaciones artísticas a lo largo de los siglos. Música, pintura, literatura, escultura…  han reflejado, por diferentes motivos y desde distintos puntos de vista, las narraciones de los mitos de la Antigüedad. Sin embargo, no siempre fue la misma motivación la que llevó a los artistas de diferentes épocas a inspirarse en la mitología para elaborar sus obras. A continuación analizaremos cómo dos artistas de diferentes épocas y estilos, Garcilaso de la Vega y Gian Lorenzo Bernini, revisaron a través de la poesía y la escultura, respectivamente, el mito de Dafne y Apolo.

Esta narración se remonta a la disputa que mantuvieron el dios Apolo y el dios Eros. Apolo, hijo de Zeus, era un experto cazador y manejaba a la perfección el arco y las flechas. Un día, orgulloso de sus habilidades en el terreno de la caza, se burló de Eros por portar armas similares a las suyas y estar practicando con ellas. Ofendido y humillado por las palabras de Apolo, el joven Eros urdió una terrible venganza contra su detractor: le disparó una flecha de oro, cuyo efecto fue el profundo e inmendiato enamoramiento de Dafne, hija de la diosa Gea y del río Ladón (o, según la versión, del río Peneo). Para que ese amor nunca fuese correspondido, Eros disparó a Dafne con una flecha de plomo, que provocó un absoluto rechazo por Apolo.
Cegado por el amor, Apolo se dispuso a capturar a Dafne para hacerla suya, y, tras una agitada persecución en la que Dafne se resistió hasta la saciedad a ser capturada y en la que Apolo estaba a punto de alcanzarla, la bella joven imploró ayuda divina para evitar ser apresada. En ese momento, se produjo la famosa metamorfosis de Dafne, que fue convertida en laurel por los dioses.
Apolo, abrazado al árbol en el que se había transformado su amada delante de sus propios ojos, lo acarició y lo besó, sabiendo que su amor jamás podría ya realizarse. El dios cubrió sus cabellos con una corona hecha por hojas del árbol y de ese modo sintió que jamás se separaría de ella.

Tàpies, Musée de la Ville, París

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De la destrucción, el amor consigue belleza

El artista catalán siempre se valió no sólo de los materiales clásicos de la pintura sino de elementos naturales como la tierra, arena u otros con los que no sólo creaba colores, sino formas y sentimientos de una libertad total que hacían que su obra abstracta fuera al mismo tiempo muy terrenal y cercana para el público. El uso de estos materiales toscos se debe en gran medida al gran impacto que ejerció en su espíritu el estallido de las bombas atómicas en Japón y la ola de muertes, horror y decadencia que esta acción bélica dejó en el mundo entero.

Su mente siempre se movió por los terrenos de la fantasía; por ello decidió explorar con entrega y pasión mundos como el esoterismo, los sueños, el simbolismo, la filosofía zen, los cuerpos desmembrados y casi en estado de descomposición, el jazz, las sinfonías de Wagner y la filosofía detrás de artistas como Paul Klee, Max Ernst, Fiodor Dostoyevski o Edgar Allan Poe.

Aficionado a la ciencia y los adelantos de todas las épocas que vivió, así como de la espiritualidad absoluta –la cual veía como una necesidad para aliviar dolores internos y externos–, siempre intentó combinar ambas facetas en sus obras. Decía al respecto: «El arte es una fuente de conocimiento, como la ciencia, la filosofía. Si las formas no son capaces de herir a la sociedad que las recibe, de irritarla, de inclinarla a la meditación, si no son un revulsivo, no son una obra de arte».

Chagall

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Así debería ser el amor… con una cabra tocando el violín

«La felicidad no es completa sin una cabra tocando el violín». Es lo que Julia Roberts le dice a Hugh Grant mientras comparten un desayuno en Notting Hill frente a una obra del artista de origen ruso Marc Chagall.

Nacido en Vitebsk, en el seno de una familia judía conservadora. Tras realizar sus estudios en San Petersburgo, viaja a París en 1910 y sin abandonar nunca sus orígenes, se convierte en artista extraordinario dentro del ambiente artístico, relevante por su personal «inmunidad estilística».

Contemplar su pintura es observar a través de un prisma mágico donde se mezclan rasgos de los primeros cubistas, expresionistas y sueños surrealistas. Sus obras obedecen las reglas del subconsciente y son imagen de la fantasía del universo personal que cada uno tenemos dentro de nosotros, algunos nunca llegamos a expresarlo y otros, como Chagall, se sirven de la mejor forma de hacerlo, el arte.

Volviendo a esa extraña cabra violinista… ¿Qué podemos decir de ella? Aparece en la obra titulada «La Mariée». Tras contemplarlo una y otra vez, podemos llegar a una conclusión, quizás demasiado simple, pero una conclusión al fin: sus personajes no están en un estado normal… Vuelan sobre los tejados en un universo sobrenatural de color azul, al son de una melodía interpretada por unos seres que flotan libres porque han decidido renunciar a la irrenunciable ley de la gravedad.

Cuando descubrimos algo sorprendente es imposible no sumergirse en ello, así pues, yo misma me había propuesto averiguar algo más sobre esa cabra violinista. La he buscado por el mundo, he llenado las calles de carteles en busca de cabras con dotes musicales pero nunca he conseguido nada… y es que la estaba buscando de forma equivocada.

Sólo se puede concluir con una cita del propio Chagall que nos dice así:
Si creo desde el corazón, casi todo funciona, si lo hago desde la cabeza, casi nada.
Y no hay que buscarle un sentido porque, si lo encontráramos, en ese momento lo habría perdido.

Rothko, White Center

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El mundo está lleno de espiritualidad, de amor, de emociones… ¿lo ves?


Un hombre que a través de su obra ejerció el arte plasmando todo su talento con ánimos de cambiar algo fue Mark Rothko, quien le dio un sentido diferente a la pintura y al color.
Marcus Rothkowitz, pintor estadounidense de origen ruso. Nació el 25 de septiembre de 1903 en Dvinsk, Rusia. En el año de 1913 emigró a Estados Unidos, donde años antes se había establecido su hermano. Cursó estudios en Yale y la Liga de Estudiantes de Arte de Nueva York. Hacia 1926 comenzó a pintar, inclinándose por un tipo de pintura expresionista, figuró entre los fundadores del grupo “The Ten” en 1935. Su primera exposición individual se realiza en 1933 en Nueva York. Su trabajo en la década de 1930 se adhiere al movimiento del realismo social. En la década de 1940, con influencias del surrealismo, se hace más imaginativo (…) Cada vez más cerca de la abstracción pinta grandes rectángulos de colores. Poco a poco estas manchas van simplificándose y ordenándose y desde 1949 el artista pinta prácticamente no utiliza sino uno o varios rectángulos de color. (…) En los dos últimos años de su vida trabajó solamente en negro y gris, antes de suicidarse en su estudio el 25 de febrero de 1970 dejando dos hijos de dos matrimonios.

Sus primeras pinturas, acuarelas y tintas chinas tienden al expresionismo de su época y, poco a poco, empezó a reflejar la vida cotidiana y sus sentimientos, por ejemplo, la hipocresía, el amor paternal, la frivolidad, etcétera.

Posteriormente pintó algunos dibujos con toques surrealistas de formas abstractas y colores sombríos. Empezó a jugar con los colores y a mezclarlos cuidadosamente.

Muy pronto encontró que los colores eran más que luz a través de nuestros ojos y que tenían algo que decir, les dio voz en aquellos cuadros por los que es conocido, los cuales se conforman por rectángulos, uno arriba de otro, generalmente el superior más grande que el inferior con bases contrastantes que se perdían en los límites de la figura.
Colores que motiva la sensibilidad de espectador y que lo invitan a entrar en ese festín multicromático para descubrir qué hay más allá; colores saludan por detrás tímidamente, otros desafían a quien los mira, hay otros que se mantienen en calma y algunos nos recuerdan la fuerza de la tierra y la debilidad de la sangre.

Toda esa sinfonía de sentimientos tiene muchas interpretaciones, una de ellas, la de la Doctora Alina Mendoza Cantú de la UNAM, quien estudió la obra de Rothko y la puso en un contexto bíblico que relata algunos pasajes del génesis y del éxodo, basándose en el deseo que tenía Rothko por construir un templo en medio del mar, cuta iluminación estuviera a cargo de sol y pudieran asistir tanto judíos como católicos.

Cambiar al mundo no es tarea fácil, se necesita fuerza, tenacidad y constancia, armamentos de gran valor que no siempre se poseen, por múltiples razones. Así se fue Rothko, así terminó cansándose, cayó en una apatía enorme; acaparó el otro lado de la paleta de acrílicos y retomó las raíces mundanas, sin fuerza. De ahí pasó al rojo, el cual relata sus deseos de morir en su última obra, se dice que la dejó inconclusa pues la muerte lo convencería antes de terminarla. Así como tomaba sus acrílicos y pinceles, tomó su vida y se la llevó a otra parte. Muerte: delito de pasión consumada, como su radiante obra.

La sociedad en general tiende a caer en el error de rechazar lo que o conoce porque piensa que un artista que se suicida o se corta una oreja es simplemente loco y que no merece mayor atención. Pero me encantaría decir en estas líneas finales que poseer una visión con un alto grado de sensibilidad no es fácil, pues todos los días se debe lidiar con la apatía, la desmotivación y la responsabilidad de cambiar, aunque sea un poquito, al mundo para hacerlo mejor. Pretender aportar algo a un entorno sistemático que parece tener las respuestas de todo, tiene sus complicaciones. Trabajar con sensibilidad puede desatar los demonios que llevamos dentro o bien, sacar lo mejor de nosotros. Por eso los invito a no juzgar a un artista, quiero decir a un verdadero artista, sin antes conocer lo que aportó a una cultura, antes de que caigan en el desencanto (aunque no todos lo hacen) y mejor aniden los colores, giros, vivencias y pasiones en ese viejo baúl en el que guardamos nuestros recuerdos más preciados celosamente y entender que el arte sí cambia al mundo.

La fuerza de la naturaleza en lucha por la belleza

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Van Gogh, Amsterdam

En una secuencia de Van Gogh, a las puertas de la eternidad, un sacerdote encarnado por el siempre eficaz Mads Mikkelsen conversa con Vincent Van Gogh (Willem Dafoe), recluido en un manicomio, para averiguar cuál es su nivel de locura, y si debería dejarlo marchar a casa. El pintor dice que logra calmarse, en sus ataques de furia, cuando sale al campo y se fija en una brizna de hierba o en una rama.

Y añade: Siento que Dios es naturaleza y naturaleza es belleza. El sacerdote le pregunta si tiene un don para pintar y de dónde cree que proviene ese don, y el artista responde que es el único don que Dios le dio, y que si no vende nada y es pobre, entonces es que Dios le hizo pintor para la gente que aún no ha nacido. El padre permite que Van Gogh salga en libertad. 

Van Gogh en el cine: https://es.aleteia.org/2019/03/11/dios-pintura-y-belleza-van-gogh-en-estado-puro/

Pollock, MOMA

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Sin inocencia no vemos la belleza

Me fascina esta foto.  No sabría decir el motivo por el que me resultaba tan atrayente, o tal vez sí. Simplemente, este pintor realizaba su cuadro de manera en que a los niños no nos está permitido en casa.

Una enorme superficie de tela colocada en el suelo y sobre él, con un bote de pintura y una brocha en la mano, un artista extiende a salpicaduras la pintura llenando con ello la inmensidad del óleo . El artista es Jackson Pollock,uno de los máximos exponentes del expresionismo abstracto y la técnica que emplea, la conocemos como Dripping.

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Turner, National Gallery

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¿Quo vadis?

 

Lluvia, vapor o velocidad también conocido como el gran ferrocarril del Oeste es un óleo sobre lienzo pintado por el artista romántico Joseph Mallord William Turner, más conocido como Turner (1775- 1851). La figura de este artista fue bastante polémica en vida pero la historia lo ha consagrado como uno de los mejores pintores románticos. Turner se especializó en la producción paisajística – al igual que Constable- y su obra destaca por el tratamiento de la luz, de hecho su obra ha sido considerada el prefacio de los estudios impresionistas sobre la luz y la dispersión cromática. Su obra se identifica como ninguna otra con los parámetros románticos: grandiosidad de la naturaleza, ruptura de las reglas clasicistas, la pequeñez humana ante los fenómenos naturales… Sigue leyendo

Siempre hay un lugar favorito donde nos sentimos en casa… de la belleza siempre surge el hogar

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Pantheon, Roma

 

Es el Panteón, una palabra griega que significa “casa de los dioses”. Es macizo y contundente por fuera pero a su vez tan delicado que puede llega a emocionar cuando se atraviesa el plinto sostenido por recias columnas y uno se encuentra en el corazón del templo. Sus formas son como una sinfonía hecha arquitectura. Sigue leyendo