Sisley, Musée Angladon

Arte que inspira… arte que cuenta historias…

No es fácil… a veces las figuras se desvanecen

Las luces impresionistas muy bien integradas con las composiciones en sombra están creadas con los propios colores, entonados de un modo coherente y potente. Pero las sombras impresionistas también son colores, luces. El negro desaparece, el blanco gana la partida en ese siglo XIX en que los pintores de la luz escogen anular el negro barroco. ¿Por qué esta elección? La belleza para esos pintores surgía de las sombras, de lo que no se ve a simple vista, de lo escondido, de lo superficial que a veces parece la realidad, escondiendo lo que de verdad importa. Por eso, esos paisajes impresionistas, en concreto las nieves y los blancos de Sisley, se componen de figuras desvanecidas en las sombras que recuerdan la melancolía, la angustía, los fríos y los inviernos de la propia alma humana.