Fra Angelico,San Marco, Firenze

Arte que inspira… arte que cuenta historias…

En un rincón de mi casa, colgaba un ángel anunciando el amor

El Beato Angélico consideraba la pintura como un acto de devoción. A este joven religioso dominico le gustaba pintar Anunciaciones, imitando la arquitectura real del claustro del Convento de San Marcos, construido por Michellozzo, donde él profundizaba en la Palabra de Dios.

Ya despunta el Renacimiento y el tratamiento del espacio arquitectónico. En su Convento de San Marcos de Florencia, Fra Angélico escenifica esta pintura mural en las escaleras que daban acceso al comedor. Aquí el Misterio está reducido a lo esencial, es sobria. La van a contemplar  sus hermanos frailes, que ya habían estudiado teología y por lo tanto no necesitaban de muchas explicaciones, sino de unos puntos breves para estimular la oración.

Su trabajo artístico denota un riquísimo mundo interior, intensa vida de oración y contemplación. Cada pincelada, cada color, cada detalle es un mensaje para comprender el Misterio «El que tenga ojos para ver que vea» parece decir Fra Angélico en esta obra. Y aquí el arte ofrece la mirada del amor, ese sentimiento en su esencia más íntima y humilde de la Virgen.